La acusación presentada el viernes contra el senador Robert Menéndez marca otro capítulo de una serie de acusaciones preocupantes que han perseguido al demócrata de Nueva Jersey durante años, marcando la segunda vez en una década que enfrenta cargos de corrupción. La pregunta que la acusación deja sin respuesta es: ¿el gobierno egipcio apuntó a un influyente senador estadounidense para que cumpliera sus órdenes en el Capitolio?
Menéndez y su esposa, Nadine, están acusados junto con tres empresarios de un complicado complot para aceptar cientos de miles de dólares en sobornos, incluyendo efectivo, lingotes de oro, un Mercedes convertible e incluso pagos de hipoteca. Según la acusación, Menéndez aceptó estos sobornos a cambio de utilizar su posición como senador de los Estados Unidos y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado porque aceptó utilizar “su influencia y poder e incumplir su deber oficial en formas que beneficiaron al Gobierno de Egipto.”
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Se alega que Menéndez utilizó su posición política para intentar romper una “retención” del Departamento de Estado sobre la ayuda estadounidense a Egipto, presionar para la entrega de municiones y sistemas de armas al ejército egipcio y pasar información confidencial sobre el personal estadounidense y egipcio asignado a la Embajada de Estados Unidos en El Cairo. Cabe señalar que algunas de estas acciones son cosas que el senador podría haber hecho legalmente si no fueran supuestamente a cambio de dinero en efectivo y oro.
“Los excesos de estos fiscales son evidentes”, dijo Menéndez en un comunicado el viernes. “Han tergiversado el trabajo normal de una oficina del Congreso. Además de eso, no contentos con hacer acusaciones falsas contra mí, han atacado a mi esposa por las amistades de larga data que tenía antes de que ella y yo nos conociéramos”.
El gobierno egipcio no ha hecho comentarios sobre la acusación y Menéndez y su esposa, así como los demás acusados, han negado rotundamente los cargos.
Tras un juicio nulo por cargos de corrupción anteriores en 2017, Menéndez fue absuelto de varios cargos en 2018 y el Departamento de Justicia desestimó los que quedaban.
