Una de las reformas más importantes al derecho migratorio que ha sucedido durante la administración del presidente Joe Biden es la cancelación de la póliza migratoria acerca de deportaciones conocida como “Tolerancia Cero.” Bajo Tolerancia Cero, cualquier persona indocumentada, sin importar el tiempo de estar en el país, corría riesgo de ser puesto en proceso de deportación. La nueva forma de decidir quién debe de enfrentar un proceso de deportación, incluye un análisis más humanitario que toma en cuenta los beneficios que la comunidad inmigrante aporta a este país. Esta póliza ahora es basada en Prioridades para Deportación, las cuales son divididas en tres partes. En general, la comunidad indocumentada no debe tener miedo de enfrentar un proceso migratorio de deportación si no es parte de uno de los siguientes tres grupos: Riesgo a la seguridad nacional, si una persona es considerada terrorista o atenta contra la seguridad del país, esta persona será prioridad de deportación por representar un riesgo a la seguridad del país. Riesgo a la comunidad, si una persona se comporta de una forma en la que pone el riesgo la seguridad de la comunidad donde vive, por ejemplo, manejando intoxicado o bajo la influencia de drogas esta persona puede enfrentar cargos de deportación, y la tercera categoría incluye a las personas que son recién llegadas al país y que están cerca de la frontera, dichas personas también son prioridad de deportación.
Este cambio es importante porque le da paz a muchas personas que han vivido con miedo de ser deportadas a pesar de haber vivido en este país por muchos años. De acuerdo con estas prioridades, la mayoría de los más de once millones de indocumentados en el país no entrarían en ninguna de las tres categorías. Claro que la meta es una reforma migratoria completa con un camino a la ciudadanía, lo cual es algo que ha sido prometido una y otra vez por distintos gobiernos y que todavía no se ha hecho una realidad, pero podemos decir que esto es un buen comienzo que enseña que la Casa Blanca tiene la voluntad de ayudar a la comunidad indocumentada de una u otra manera; con la ayuda del Congreso obteniendo una reforma complete o por medio de acciones unilaterales que por lo menos mejoran la calidad de vida de nuestros hermanos indocumentados. La lucha debe de continuar y nuestras peticiones para que la reforma sea una realidad es importante, pero también es importante celebrar los pequeños logros que hacen que nuestras comunidades permanezcan más tranquilas.
By Silvia Mintz es abogada en Houston.
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