¿Cuántas veces has escuchado la típica queja “no tengo suerte en el amor”? Aquellas mujeres que alegan “no existen hombres buenos”, ¡dejen de echarle la culpa a los hombres!. Si siempre atraes a chico equivocado, es porque envías el mensaje equivocado. Seguramente estás cometiendo uno de los siguientes errores: Demasiado exigente
Es cierto que hay que tener expectativas altas y no debemos conformarnos con menos. Pero he conocido mujeres que han rechazado oportunidades amorosas por asuntos ridículos como: “odio a un muchacho que vista medias blancas con pantalones oscuros”, “si es hijo único lo descarto, porque debe ser egoísta” o “no soporto a un hombre que le gusten los video juegos”. Préstale atención a lo que sí cuenta. Lo importante es que te respete, y tenga los mismos principios y valores morales que tú.
Te haces la ciega
Tu enamorado te da señales de que te dará mala vida pero tú las ignoras. Por ejemplo, si se toma 20 tragos en una fiesta, no lo justifiques, ¡Es alcohólico!. Y si constantemente coquetea con otras mujeres, reconoce que te será infiel. Quien no se porta bien desde el inicio, no lo hará nunca. ¡Presta atención a las banderas rojas!
Muy acelerada
Cada hombre que te pretende lo ves rápidamente como tu futuro esposo. Algunas cometen la locura de decir en la primera cita: “Estoy buscando una relación seria, no me gustan los juegos”. Cuando un muchacho capta tu deseo por atraparlo, huye en dirección opuesta. Toma las cosas con calma. Primero desarrolla una amistad y deja que florezca en un romance.
Te rebajas
Das demasiado y muchas veces sin que te lo pida. Estás convencida que llenando los roles de amante, mamá y sirvienta lograrás atrapar el corazón de tu enamorado. Él se da cuenta de tu inseguridad, pero como se encuentra en una posición envidiable – ¿a quién le amarga un dulce? – se queda contigo hasta que se canse de tus extremas atenciones. Tienes que darte importancia, será difícil extrañarte si siempre estás ahí, ¡sin invitación!
Miedo a enamorarte
Sólo estás dispuesta a abrir tu corazón cuando tengas la certeza, convicción y seguridad de que esta persona no te va a decepcionar y romper tu corazón. Es decir, no estás dispuesta a tomar riesgos, pero la realidad es que para encontrar el verdadero amor hay que arriesgarse. ¡Atrévete a abrir tu corazón!
Si has practicado alguno de los comportamientos anteriores, no puedes decir “tengo mala suerte en el amor”, más bien, lo que has tenido es mal comportamiento en el amor. ¡Cambia esa conducta!