El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador endureció su postura sobre las amenazas del presidente Donald Trump de cerrar la frontera, en medio de una crisis sobre el arribo de caravanas de inmigrantes centroamericanos, así como el tráfico de drogas.
Sin embargo, la Administración mexicana rechaza que cerrar la frontera sea una buena medida para resolver los problemas que el mandatario estadounidense ha tomado como bandera camino a las elecciones de 2020.
“Frenar el flujo de personas y mercancias en la frontera norte es muy mala idea“, consideró el canciller mexicano Marcelo Ebrard. “Está creando costos para los circuitos de valor tanto de México como de Estados Unidos”.
Señaló que mantendría un nuevo contacto con autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para exponer sus posturas.
“Hoy mismo estableceremos comunicación con las nuevas autoridades de DHS en ese país para hacérselos saber”, afirmó. Su mensaje surge el mismo día en que secretaria Kirstjen Nielsen dejará oficialmente el cargo, luego de presentar su renuncia el domingo pasado al presidente Trump tras una tensa reunión en la Casa Blanca.
En ese sentido, Ebrard tendría que comunicarse con Kevin McAleenan, quien actuará como secretario interino de Seguridad Nacional. El mensaje de Ebrard se da justo un día después de que el Gobierno del presidente Trump continuara su batalla legal en cortes para enviar a peticionarios de asilo a esperar en México, revelando que hubo un acuerdo con el Gobierno de López Obrador, algo que éste había negado.
Ayer la Casa Blanca, en sus críticas hacia la decisión de la corte, señaló que el plan de enviar a los inmigrantes fue “intensamente negociado” con México.
En respuesta, el Gobierno de López Obrador indicó que mantuvo ese diálogo, luego de “la disposición unilateral de la sección 235(b)(2)(c) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de EEUU”, pero rechazó que la avalara. En cambio, decidió recibir a los inmigrantes como una acción de derechos humanos.
“México no coincide con esa medida unilateral, se admitió de manera temporal y por razones humanitarias el ingreso de ciertas personas migrantes, con base en el compromiso de México con los derechos humanos”, recalcó en un comunicado.