Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró inocente de los cargos de drogas y lavado de dinero el lunes por la tarde. En su primera comparecencia ante el tribunal desde que fue extraditado de México el viernes, Guzmán López vestía un mono naranja y esposas en el Tribunal Federal Dirksen en el centro de Chicago. Los fiscales revelaron en el tribunal que la pena de muerte fue retirada de la mesa como parte de las negociaciones de extradición con las autoridades mexicanas, y agregaron que dos de los seis cargos que enfrenta Guzmán López conllevan una cadena perpetua obligatoria. Estados Unidos había estado buscando su extradición por tráfico de drogas y permanecerá detenido sin derecho a fianza en espera de juicio, ordenó el juez. Debe regresar a la corte para una audiencia de estatus el 17 de noviembre.
Después de su arresto en Culiacán, estalló el caos en la ciudad y las autoridades pidieron a los ciudadanos que se refugiaran en sus casas mientras las fuerzas del orden se enfrentaban con miembros del cartel. Al menos 19 presuntos pandilleros y 10 militares murieron durante esos enfrentamientos. No se informaron muertes ni heridos civiles. Guzmán había sido arrestado anteriormente en octubre de 2019, pero fue liberado por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador para evitar el derramamiento de sangre, y posteriormente pasó a la clandestinidad hasta su arresto en 2023.