Tengo un grupo de mujeres que se llama: “Se Real” que se dedica a ayudar a las mujeres a superarse en la vida personal y profesional. Al finalizar la última reunión mensual, algunas nos quedamos “comadreando”, como es de costumbre. Beatriz una de las chicas más activa en el grupo nos dijo con una pícara sonrisa: “muchachas, ayer salí con el hombre más sexy que he conocido”. Entonces, sacó de la bolsa una foto que se tomaron juntos la noche anterior. Curiosas nos amontonamos a su alrededor para ver al mencionado. Mercy, la más bromista, le arrebató la foto y dijo burlonamente: “¡yo esperaba ver a Bratt Pitt!”.
Este comentario nos causó risa, y aproveché para hacer una encuesta informal. Les pregunté, ¿qué hace a un hombre sexy? Las respuestas fueron tan variadas como las edades y personalidades que componen este grupo.
Mercy quien acaba de cumplir 25 años dijo: “hombros anchos” y “nalgas tonificadas”. Aquellas en sus treinta incluyeron algunos aspectos físicos -como la estatura y el vello corporal-, pero también cualidades como cariñoso y espléndido. Las mayores de 35 se concentraron en cualidades que lo hacen un buen compañero, como fiel y trabajador.
Los gustos cambian según la edad. De jovencitas le damos prioridad a lo que nos llena los ojos, pero con la edad y la experiencia queremos más. Una cabellera lacia y espesa no te consiente cuando estás enferma. Un cuerpo de Adonis no reta tu intelecto y una sonrisa de mil kilovatios no te apoya en un momento de dolor.